lunes, 7 de mayo de 2012

Paseo de las Lilas (Villaviudas) Palencia


Paseo de las lilas
El “Paseo de las Lilas” es un interesante paraje en el pago de La Peralera en Villaviudas que se compone principalmente de lilares o lilos (Syringa vulgaris) que en estas semanas están en flor y, por tanto, es el momento idóneo para visitarlo, aunque otras épocas del año ofrecen divisar paisajes también atractivos.
El acceso está  en la carretera de Palencia a Baltanás, saliendo de  Villaviudas a la izquierda, apenas pasados unos 300 metros, se encuentra la primera de las indicaciones. Tomado el camino, conocido como Las Básculas,  hay que dirigirse hacia las ruinas de lo que fue el poblado de la Dehesa de Tablada. Algunas de las indicaciones se han caído y, en el camino, la escombrera sin querer llamará la atención y, sin que nos distraiga, la dejamos a la izquierda y continuamos hacia las ruinas. Una vez allí, el paseo está aún más al Este, hacia la montaña. Se toma una subida que nos conduce a la entrada donde se ha instalado un panel explicativo. Esta entrada, que nos da la bienvenida con cipreses, lilos, almendros y avellanos,  es solo para pasear, no puede accederse con coche. Para aparcarlo hay que continuar más arriba donde hay un amplio aparcamiento junto a la bodega del siglo XII.
La ruta andando.
 Si paseamos desde el principio nos acoge el aroma y el color de las lilas que es delicioso estos días. Algunas plantas son antiguas y de colores claros, otras, más recientes, son más oscuras y vigorosas, todas están salpicadas por almendros, dulces y amargos. La fragancia nos encamina hacia un pilón de piedra enorme rodeado de árboles: tilos, olmos, sóforas, etc. Las distintas especies vegetales tienen detallado su nombre en paneles explicativos lo cual nos hará la ruta más didáctica y provechosa. Después del Pilón de nuevo la senda asciende franqueada por grandes y viejos árboles hacia el lagar y la bodega. El lagar es exterior pero la visita de la bodega requiere haber solicitado la llave al alcalde, don Ignacio Marín.

Junto al lagar se ha emplazado un lugar de ocio: barbacoas y mesas. Si se desea hacer uso no hay que olvidar llevar la leña. Hay  un solo cubo de basura que puede resultar escaso, de modo que apelamos a una actitud respetuosa y cívica para no afear el entorno. La fuente es de agua no tratada. Un poco más allá, en dirección contraria a la montaña, una senda de ailantos o árboles del cielo, nos conducen al mirador, un bello lugar rodeado de tamarindos, estos días lucen sus preciosas flores color magenta.
Este lugar, el mirador, permite que observemos toda la hermosa vega por donde discurre el arroyo Tablada, los campos de este año afectados por la sequía, el pueblo y las bodegas de Villaviudas, Baltanás, las montañas de Hornillos y algunos molinos del parque eólico. Fácil estos días echar un ojo a las perdices  emparejadas y  escuchar el canto de las aves que andan enredadas en los cortejos…





Marian






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